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Auditoría energética: la guía definitiva para empresas

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Auditoría energética: la guía definitiva para empresas

La auditoría energética es una de esas obligaciones que, según el Real Decreto 56/2016, es obligatoria para todas las grandes empresas o grupos de empresas con más de 250 trabajadores o una facturación de superior a 50 millones.

Para guiarte e informarte de todo el procedimiento, te contamos con detalle en este artículo, qué son y en qué consisten estas auditorias, los tipos de auditorías existentes y cuándo deben realizarse.

¿Qué es una auditoría energética?

Una auditoría energética es un estudio objetivo y detallado del estado y del nivel de eficiencia energética de un edificio, una comunidad, una empresa y, en algunos casos, también de una casa particular.

Se realiza mediante un análisis de todos los servicios energéticos de una fábrica, edificio, una comunidad de propietarios o una casa unifamiliar, para identificar mejoras y recomendar las medidas más eficaces en cada caso para ahorrar energía. 

La gran mayoría de los edificios pueden mejorar su rendimiento energético y reducir el consumo de energía, renovando sus instalaciones, o simplemente mediante un uso más eficiente de las mismas.

Los pasos básicos de una auditoría energética son los siguientes:

    1. Identificación del cliente y del edificio, fábrica o vivienda a auditar.
    2. Realización de una planificación o cronograma donde se distingan las acciones que se van a realizar en las distintas etapas de la auditoría energética.
    3. Presentación de un documento preliminar donde se citan los objetivos de la auditoría y los motivos por los que se realiza.
    4. Realización de la certificación energética, en el caso de no existir.
    5. Definición constructiva del edificio basándose en los criterios del Código Técnico de Edificación.
    6. Análisis de los elementos constructivos, valorando su posible modificación.
    7. Auditoría de los elementos energéticos, incluyendo: inventario, descripción, localización de cada elemento, recopilación de datos energéticos básicos como el consumo o la vida útil, y recolección de datos del gasto energético y del coste económico.
    8. Realización de preguntas y averiguaciones necesarias con el fin de conocer la máxima información posible con relación a los diferentes campos energéticos identificados.
    9. Realización de propuestas de mejora basándose en las inspecciones realizadas de los distintos elementos, campos energéticos y características del edificio. 
    10. Redacción del informe de auditoría energética para el cliente, donde se detallan los resultados y propuestas de mejora.

¿Por qué realizar auditorías energéticas?

El Real Decreto 56/2016*, derivado de la nueva normativa europea (Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo), indica que las empresas están obligadas a realizar una auditoría energética, siempre y cuando cumplan con las siguientes características:

    • Poseen más de 250 trabajadores.
    • Su volumen de negocio excede los 50 millones de euros y el balance general los 43 millones de euros.
    • Son grupos de sociedades, definidos según lo establecido en el artículo 42 del Código de Comercio, que, teniendo en cuenta las magnitudes agregadas de todas las sociedades que forman el grupo consolidado, cumplan algunos de los requisitos anteriores.

De esta manera, solo se excluye de esta obligación a las microempresas y PYMES. El resto de las empresas están obligadas a realizar esta auditoría, basada en datos actuales, medibles, verificables y almacenables, para poder trazar una imagen fiable y clara del rendimiento energético de la empresa. Estas auditorías energéticas de empresas deben cubrir al menos el 85% del consumo de energía total de todas las instalaciones de la compañía y deben realizarse cada cuatro años.

Las auditorías energéticas son una de las formas más inteligentes, prácticas y eficientes de conseguir un notable ahorro de energía, al optimizar el consumo energético y de paso, poniendo nuestro grano de arena en la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.

El objetivo de una auditoría energética es obtener datos e información objetiva que nos permitan detectar una serie de factores que están afectando a nuestro consumo energético, con el fin de tomar las medidas oportunas que nos permitan ser más eficientes en nuestro consumo de energía.

Las empresas que no cumplan con los requisitos del RD 56/2016 se exponen a multas que ascienden hasta los 60.000 euros.

Quiénes realizan las auditorías energéticas

Estas auditorías energéticas son realizadas por un auditor especializado. Este auditor debe ser un profesional multidisciplinar con altos conocimientos de las necesidades energéticas de una fábrica, edificio u hogar. Suelen ser profesionales con titulación de ingeniero, de arquitecto, o con un Ciclo Formativo de Formación Profesional. Según la magnitud de la auditoría a realizar, es posible que precise la ayuda de un equipo de colaboradores. 

Tipos de auditorías energéticas

En cuanto que la auditoría energética debe satisfacer unas necesidades, podrían definirse multitud de alcances posibles, pero no obstante, basados en los documentos anteriormente citados podríamos definir los siguientes grandes tipos de auditoría energética:

Existen varios tipos de auditorías energéticas, que se diferencian por el alcance de las mismas en función al número de áreas analizadas, el tipo y uso de los servicios energéticos, así como los procesos analizados, de manera que se agrupan en:

Nivel 0

Se realiza una revisión de los consumos energéticos en el que se puede determinar, basándose en facturación, una visión general del patrón de consumo. Muchas veces es sorprendente la información que se puede obtener en un análisis energético preliminar.

Nivel I

Es el tipo más simple o básico, en la cual se realizará, por un lado, un diagnóstico visual del edificio, recopilación de datos básicos y una entrevista mínima, un estudio no muy detallado sobre la facturación de los servicios energéticos, así como mediante la obtención de otros datos sobre su mantenimiento y explotación obteniéndose un diagnóstico no muy exhaustivo sobre las oportunidades de ahorro y mejora de la eficiencia energética, de manera que su coste suele ser más bien bajo. El objetivo principal de estas auditorías sería identificar medidas de ahorro energético de nulo o bajo coste. Se realiza normalmente un inventario de consumos por grandes centros de carga.

Nivel II

En este nivel se realiza un análisis más detallado del consumo energético, partiendo de una mayor cantidad de información previa. Se analizan tanto los sistemas constructivos como las instalaciones (planos, memorias de proyecto, presupuestos y cualquier otro documento), y se realizan una serie de pruebas o comprobaciones mediante el uso de equipos técnicos de medición, con los que se obtiene información más fidedigna sobre el estado del edificio. 

Se elabora un balance energético y finalmente se listan las medidas de ahorro energético (MAEs) con costes y beneficios estimados.

Puede abarcar todos los recursos energéticos o un único recurso o servicio de una empresa o centro de trabajo, de forma que su coste puede ser bastante mayor en función de cuáles sean parámetros que definen su alcance.

Nivel III

En este nivel la toma de datos son con equipos de medidas y se detalla hasta el punto de realizarse un registro del consumo por aparatos. Se amplían las mediciones a otros parámetros, de manera que se necesitan equipos más complejos de medida y su coste es más elevado.

Este nivel proporciona un estudio detallado que afecta al capital de inversión, por lo que deberá incluir un estudio financiero detallado sobre la viabilidad económica, así como presupuestos de equipos e instalaciones.

Estos tipos descritos no son más que una guía, ya que el tipo de auditoría solo vendrá definido por el alcance acordado entre cliente y asesor. Fijar las expectativas de acuerdo a las necesidades es un factor fundamental de éxito y para ello conviene conocer los grandes tipos de auditoría energética.

Auditoría energética en centros educativos

El objetivo de la auditoría en un centro educativo es conseguir averigüar de qué manera se puede conseguir temperaturas y humedades adecuadas a las condiciones ambientales exteriores, además de evitar las pérdidas de calor y dotar al aire en el interior de los recintos de una calidad que se ajuste a los límites que fija la normativa.

También es primordial disponer de una iluminación correcta en los distintos espacios del centro debido a la propia naturaleza de la mayoría de las actividades que en ellos se realizan. Cuando sea factible, se empleará un aporte de luz natural para conseguir los niveles lumínicos marcados por la normativa y, cuando no, se tenderá a la iluminación producida por lámparas de bajo consumo junto con sistemas que maximicen la eficiencia global de la instalación, como pueden ser la integración de sistemas de detección de presencia, por ejemplo.

En el caso de edificios de nueva construcción se deberán cumplir las condiciones que fija la Normativa actual, fijando su importancia a las condiciones de aislamiento térmico de la envolvente. Es importante tener presente el fin al que se va a dedicar el edificio y, por ello, debe proyectarse de forma que disponga de la mayor luz exterior posible, tratando incluso que en lugares concretos como aulas o bibliotecas sea posible disponer de luz natural con el ahorro inherente y la sensación grata que produce para los usuarios. 

Auditoría energética en hoteles

Un hotel consume mucha energía en iluminación, agua caliente sanitaria y climatización, cocinas, lavandería, ascensores, purificadores de aire, piscinas, discotecas, salones para congresos y fiestas, gimnasios, saunas, aparcamiento.

Alimentar esas instalaciones lleva a unas impresionantes facturas de suministro energético. Pero no es irremediable, ya que es posible que se esté produciendo una situación de deficiencia energética y estés consumiendo más de lo debido.

Por ejemplo, hoteles envejecidos o construidos hace mucho tiempo, o con materiales de mala calidad, o deteriorados, llevan a un mayor consumo energético. Con un aislamiento térmico deficiente, la cantidad de energía consumida en climatización es enorme, por eso es importante realizar una auditoría energética para saber en qué se puede mejorar y también es clave contar con una tarifa de gas para hoteles que se adapte realmente a las necesidades.

Mejorar la eficiencia energética en los hoteles es necesario por economía y sostenibilidad, ya que menor consumo implica menos emisiones de CO2, principal causante del efecto invernadero. Por lo tanto, la auditoría energética en los hoteles es imprescindible.

Auditoría energética en comunidades de vecinos

El objetivo este tipo de auditoría es la de conseguir ahorro energético mediante un uso adecuado de los recursos, disminuyendo tanto las emisiones de CO2 como el gasto económico, sin perjudicar el confort exigido por los inquilinos de la comunidad de propietarios.

Es relevante sensibilizar a los usuarios y a todos los agentes involucrados en el sector residencial de la importancia que tiene el hecho de incrementar la eficiencia energética de todas las instalaciones: desde el simple uso de video porteros de acceso, sistemas automáticos de aperturas de puertas, cancelas y portones, sistemas de iluminación en zonas comunes, jardines, escaleras, portales, aparcamientos subterráneos, etc.

El ámbito energético de las comunidades de vecinos son una de las grandes consumidoras debido al importante volumen de población y consecuente construcción inmobiliaria desarrollada en los últimos años. En los últimos quince años ha habido un considerable crecimiento ligado a los hábitos de los consumidores que demandan un grado de confort térmico cada vez mayor en sus hogares.

Pese a que, en España, los primeros programas de rehabilitación nacieron en la década de los 80, es en los últimos años cuando las nuevas tecnologías disponibles están permitiendo avances de cara a la mejora de la eficiencia en el consumo de energía. Los estudios disponibles en este momento estiman el potencial de ahorro en más del 20%, actuando tanto en la envolvente térmica como en las instalaciones existentes en el interior de las comunidades e inmuebles.

Considerando como base la estimación del consumo energético en las diferentes comunidades de vecinos en España, recae en los sistemas de gas la necesidad de desarrollar en detalle y en estudio los sistemas de generación y distribución de calor. 

Auditoría energética en restaurantes

A la hora de realizarse una auditoría energética es un establecimiento de restauración, se debe tener en cuenta tanto para la zona de uso público del restaurante, como las cocinas y resto de instalaciones presentes en este tipo de negocios hosteleros.

Partiendo de esta diferenciación, es recomendable realizar un estudio individualizado de cada dependencia. Se estudiará, por un lado, la zona de comedor, y por otro, se realizará el análisis de las cocinas que, dada su importancia en este tipo de instalaciones, merecen un trabajo más profundo, ya que se rigen por una normativa propia. Asimismo, serán objeto de estudio zonas comunes, pasillos, aseos y resto de salas de múltiples usos.

Los diferentes estudios individualizados se aunarán en un documento realizado por el equipo auditor encargado del estudio, pues la auditoría del restaurante debe ser global, considerándolo como un único gran sistema consumidor de energía sobre el que se actuará de manera integral, ya que es la única forma de conseguir unas acciones de ahorro y eficiencia energética óptimas.

Será necesario analizar en primer lugar el edificio o local desde el punto de vista de su envolvente térmica en términos de fachadas, vidrios, cerramientos, etc. Asimismo, será preciso estudiar el conjunto de las instalaciones de gas, al igual que las de las cocinas, comparando cambios, acciones y modificaciones potencialmente realizables encaminadas a reducir el consumo energético, mejorando los servicios prestados y posibilitando una mayor duración de los equipos.

Otro aspecto a tener en cuenta en el desarrollo de una auditoría energética es el de la iluminación y/o alumbrado, puesto que una buena gestión de este campo conllevará un importante ahorro, ya que disminuye las necesidades de refrigeración de la instalación.

La maquinaria industrial existente en la cocina de un restaurante es muy variada, se precisa de técnicos muy conocedores de estos aparatos. Para conocer su eficacia, será necesario recurrir a datos de su índice energético y su calificación y poder así buscar una mejor manera para reducir el consumo de energía. 

Cabe recalcar, que al igual que un hotel, un restaurante consume una cantidad de gas muy grande. Por ello, es importante saber escoger la tarifa de gas más adecuada.

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